Solemos percibir el año racionalmente, es decir como un periodo de días enteros: 365. Aunque usamos el término "año" como genérico realmente se trata del "año civil" por ser distinguible del año natural que dura 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45 segundos (365,2422 días). Es decir que cada año civil se retrasa 5 horas y casi 49 minutos respecto al año natural. Son 20.925 segundos.
Así, cada 4 años se retrasa 20.925s x 4 = 83.700 segundos que son 23 horas y 15 minutos, es decir 45 minutos menos que 1 día. Por eso añadiendo 1 día entero (el 366º) al año civil cada 4 años el calendario acumula 45 minutos cada 4 años. El añadido es el ajuste del llamado "año bisiesto", aunque realmente se trata de un día (no de un año) porque el término deriva del Latín bis-sextus y se refiere al 6º (sextus) DÍA antes del 1 de Marzo tras el cual los antiguos romanos insertaban el día 366, aunque actualmente la Iglesia de Roma no lo hace así sino que inserta inmediatamente antes del 1 de Marzo por lo que ya no es un "sextus" sino un "PRIMUS" o "primero". Aunque el efecto no cambia sí tiene sentido observar el término pues permite comprender que no se corresponde con su sentido original. Por otro lado, puestos a revisar y renovar, la Lógica dice que el 366º día ha de ponerse a la cola, después del último día del año. Así se hace cada cuatro años en la era persa o iraní, pero no tiene sentido llamar a tal año persa como "bis-sextus" porque la persa no es cultura latina. Viene a ser el año compensatorio. Lo más interesante es que aun con el ajuste del día acumulado cada 4 años el calendario acumula 45 minutos. ¿En cuántos años acumula 1 día? Podemos calcularlo hallando qué parte representa 45 minutos en el día de 1440 minutos:
1440 / 45 = 32
La 32ª parte. Y así, como el desfase es de 45 minutos cada 4 años tenemos que:
32 x 4 años = 128 años
1 día cada 128 años, que es el tiempo de dos generaciones. Por tanto sí es significativo a escala de sociedad y de Era (en este caso cristiana) pues significa que las fechas de las fiestas naturales y religiosas se desfasan 1 día cada 128 años respecto a los equinoccios, solsticios e inicios de estación. La restauración del calendario romano en 1582 consistió en eliminar una acumulación de 10 días desde el año 325 (Concilio de Nicea e instauración de la Iglesia como institución oficial de la comunidad cristiana grecolatina). Entre los años 325 y 1582 hay 1257 años que son 9,8 periodos (prácticamente 10) de 128 años, y así a 1 día de acumulación cada 128 años son 10 días. Realmente la acumulación estaba ocurriendo desde el momento de instauración del calendario juliano, en el año 708 de Roma (45 a.C.), lo que suponía 3 días más. Para hacer el ajuste se eliminaron las fechas que estaban entre el 5 y el 14 de Octubre ambas incluidas.
Fue el año más corto de la Era cristiana, pero lógicamente no del planeta Tierra. Por tanto sólo afectó a la cultura y sociedad humana europea, cristianizada y cristiana, la que seguía el calendario romano, mientras otras culturas seguían sus propios calendarios, y los Mayas un ciclo, el Ciclo maya. Sin embargo la Era cristiana no tiene su año "más largo"; el más largo fue el primero de la Era juliana, cuando aún no existía la Era cristiana que luego sí se basaría en el calendario juliano.
Con todo, una estructura anual de 365 días enteros mantiene la sincronía con el tiempo natural de la Tierra añadiendo 1 día cada 4 años pero también restando 1 día cada 128 años. En ese sentido es un SINCRONARIO, no tanto un calendario, término que procede del Latín "calendarium" referido a la Calenda, que era como los antiguos romanos llamaban al primer día del mes del CALENDArium romano.
Sin embargo además de esa acumulación de 1 día cada 128 años hay que tener en cuenta el movimiento de precesión de los puntos equinocciales y con ello del corrimiento de la fecha de equinoccio y del culmen de la estación. Un equinoccio es el momento medio de una estación (primavera u otoño) y la precesión consiste en que cada 72 años dicho momento ocurre 1 día más tarde, y así los otros momentos climáticos clave, inicios, cúlmenes y fines de estación. En este caso no se trata de un desfase calendárico sino de un corrimiento natural de esos momentos clave, aunque podemos interpretarlo como un retraso del calendario. Es decir que el calendario no sólo sufre una acumulación de 1 día cada 128 años por razón estructural sino que tiene un retraso de 1 día cada 72 años por razón natural. Un día es 24 horas, y como 72 es el 56,25% de 128, el 56,25% de 24 horas equivale a 13 horas. Es decir que 24 horas hacia delante cada 72 años compensadas con las 13 horas hacia atrás quedan 11 horas cada 72 años, y por tanto 6,5 horas cada año. Así 24 horas ¿en cuántos años? Si son 11 horas en 72 años, son 22 en 144 y así otras dos horas hasta 156 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario